Quizás sea fácil creer que la única manera de proteger una invención sea sometiéndola al lento «procedimiento de amparo» que ofrece la ultra conocida patente … sin embargo, dependiendo del tipo de modelo de negocio y, en especial, del tipo de empresa y de su crecimiento es fundamental barajar el «amplio abanico» que puede ofrecer la propiedad industrial. Y, en especial, nos referimos al secreto empresarial o comercial.