En el mundo actual, la gestión de deudas puede convertirse en un desafío abrumador. Ya sea por una hipoteca, préstamos personales, tarjetas de crédito, o incluso deudas con la administración pública, la carga financiera puede ser considerable. En este artículo, proporcionaré una visión detallada de cómo abordar estos desafíos y ofreceré claves para entender mejor tus opciones si te encuentras en una situación de dificultades para hacer frente a los pagos.
La importancia del asesoramiento profesional
Es crucial contar con un asesoramiento jurídico para enfrentar una situación de sobreendeudamiento. La normativa existente es extensa y compleja en su aplicación. Un profesional te ayudará a navegar por este laberinto de regulaciones y a interactuar de manera efectiva con las entidades financieras y demás acreedores.
Te invito, antes de continuar con este artículo, que veas el siguiente vídeo en el que opino sobre las diferentes soluciones ante los impagos en el canal de El Hipotecante:
Un vistazo a la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad, establecida en el Real Decreto-ley 1/2015, es un recurso legal que permite a las personas físicas liberarse de sus deudas cuando se encuentran en una situación de insolvencia que les impide cumplir con sus obligaciones financieras. Esta ley incorpora un proceso concursal que requiere la intervención de un juez y que tiene importantes implicaciones legales y financieras. Por lo tanto, debe ser considerada como un último recurso, después de haber agotado todas las demás opciones disponibles.
Para poder aplicar la normativa de segunda oportunidad, es fundamental ser considerado un “deudor de buena fe”, es decir, una persona que no ha agravado su insolvencia con su propia actuación. El objetivo de la Ley de Segunda Oportunidad es conseguir la exoneración de las deudas que no se pueden satisfacer. Sin embargo, hay ciertas deudas, como el préstamo hipotecario y las deudas con la administración pública, que no son exonerables o solo en parte.
El Código de Buenas Prácticas
El Código de Buenas Prácticas, establecido en el Real Decreto-ley 6/2012, es una alternativa que puede ser más adecuada para aquellos que se enfrentan a problemas de endeudamiento menos graves. Este código establece una serie de medidas que las entidades financieras se comprometen a adoptar para ayudar a sus clientes a superar sus dificultades financieras. Estas medidas pueden incluir la reestructuración de la deuda, la concesión de períodos de carencia, la reducción de los tipos de interés, e incluso la condonación de parte de la deuda en algunos casos.
Este código se aplica a los deudores hipotecarios que se encuentren en una situación de especial vulnerabilidad, y establece una serie de medidas para facilitar la reestructuración de la deuda hipotecaria de los deudores que se encuentren en el umbral de exclusión.
Conclusión: hay que conocer la normativa
Enfrentarse a problemas de endeudamiento puede ser una experiencia estresante y desalentadora. Sin embargo, es importante recordar que existen soluciones y recursos disponibles que pueden ayudarte a superar estas dificultades. Ya sea a través de la Ley de Segunda Oportunidad o del Código de Buenas Prácticas, es posible encontrar una salida a tus problemas financieros. Pero para hacerlo, es esencial contar con el asesoramiento y la orientación de un profesional que pueda ayudarte a entender tus opciones y a tomar las decisiones más adecuadas para tu situación.
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