La prevención del sobreendeudamiento privado debe empezar antes de que la familia o empresa se haya endeudado. Puede parecer evidente, pero no siempre lo ha sido si tenemos en cuenta los numerosos e importantes problemas que el sobreendeudamiento ha generado en España.
En materia de prevención, hay muchos factores que tienen que ver con las entidades financieras que conceden créditos personales, tarjetas de crédito y préstamos personales; si el préstamo concedido se hace con criterios de responsabilidad, se presta a deudores con un perfil de riesgo adecuado que garantiza la devolución de la deuda, si las circunstancias no empeoran en un futuro. Pero también hay aspectos relacionados con el cliente que pretende endeudarse de gran importancia en cuanto a la prevención del endeudamiento futuro; uno de estos aspectos es la educación financiera.
Un cliente con la debida formación financiera, como mínimo, es capaz de saber lo que no sabe, es decir, de valorar si con sus conocimientos puede entender un contrato de préstamo o crédito y calibrar su endeudamiento óptimo. Un cliente formado e informado, cuando no tiene suficientes conocimientos, sabe que debe acudir a un profesional que sí los tenga. Un técnico independiente, no un empleado del banco que, desgraciadamente, mal acostumbra más a actuar como vendedor de dinero que como asesor financiero. Si no comprendemos todas las cláusulas de una escritura de préstamo hipotecario, debemos acudir 3 días antes a notaría y ejercer nuestro derecho a consultar el borrador, pero si aún así no tenemos la pericia necesaria para descifrar todo el texto, acudir a un asesor hipotecario independiente es algo que un potencial hipotecado formado hará.
Libro ‘La prevención del sobreendeudamiento privado’
La editorial Aranzadi acaba de lanzar la obra colectiva dirigida por Matilde Cuena titulada ‘La prevención del sobreendeudamiento privado. Hacia un préstamo y consumo responsables‘, libro en el que participa el economista de Futur Legal Pau A. Monserrat. Firma el capítulo que analiza las diferentes iniciativas privadas en materia de educación financiera, las ventajas y riesgos de la formación impartida por organizaciones con y sin ánimo de lucro, además del potencial conflicto de intereses de los bancos que imparten formación sobre productos y servicios bancarios. Finalmente, hace un análisis de los servicios tecnofinancieros o fintech, cuya rabiosa actualidad e innovación constante provoca que la formación tecnofinanciera que necesitaremos aún ni exista.
La prevención del sobreendeudamiento privado es cosa de todas las partes implicadas. Pero no esperemos que los bancos cambien su forma de trabajar de forma voluntaria; empecemos nosotros, con cada vez más y más formación financiera.