Cuando somos llamados a una herencia una de las principales preocupaciones es el valor de lo heredado, a lo que debemos añadir si el difunto causante dejó testamento y lo que compone el valor hereditario, es decir, los bienes que van a componer la herencia y las cargas, es decir, las deudas.
Cuando nos encontramos en esta situación en la que debemos ser conscientes que se heredan tanto los bienes como las deudas debemos tomar una decisión: o bien aceptamos la herencia o bien renunciamos a la misma. ¿Qué parámetros legales rigen en la renuncia a la herencia?