Demanda por inversiones
Cristina Borrallo 4 comentarios

En Futur Legal contamos con una dilatada experiencia en regulación financiera. Tenemos un equipo de abogados y economistas especializados en productos de ahorro e inversión complejos y en sus reclamaciones, que sabrán analizar tu caso, la naturaleza del producto contratado y la mejor manera de plantear una demanda por inversiones que han supuesto una pérdida no esperada.

Lamentablemente, muchas son las personas que han invertido en determinados productos de inversión bajo la confianza o la información errónea o distorsionada prestada por parte de entidades financieras emisoras o comercializadoras.

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Productos de inversión

Dentro de la categoría de productos de inversión encontramos un amplio abanico de posibles modalidades de productos que son ofrecidos por las entidades financieras.

En primer lugar, tenemos que ser conscientes de la distinción en la categoría de dichos productos que ofrece el regulador, esto es, la CMNV. El nivel de protección a la clientela que deben prestar las entidades bancarias o prestadoras de servicios de inversión es distinto en función a dichas categorías.

Por un lado, tenemos los productos categorizados como simples: en esta calificación encontraríamos las acciones, los depósitos a plazo fijo, la deuda pública, bonos simples o los fondos de inversión tradicionales.

Por otro, los productos complejos: dentro de esta categoría se encuentran los productos derivados, como son, por ejemplo, las opciones financieras, los futuros o productos que incorporen estructuras que dificulten al inversor la posibilidad de conocer el riesgo asociado. Ejemplos de productos complejos según la CNMV serían las opciones, los futuros, permutas financieras, contratos por diferencias (CFDs), fondos de hedge funds, bonos, notas, depósitos o cualquier producto estructurado que incluya derivados o apalancamiento.

Demanda por inversiones más frecuentes

Los que más han sido comercializados al tramo de clientes minoristas, es decir, a clientes no profesionales, son las obligaciones subordinadas, las participaciones preferentes o los bonos estructurados. No obstante, también han sido vendidos productos como las opciones financieras o los futuros o los contratos por diferencias (CFD’s). En Futur Legal estamos especializados en este tipo de demanda por inversiones complejas.

Como hemos comentado anteriormente, para poder comercializar todos estos complejos productos las entidades tienen que cumplir escrupulosamente con una serie de obligaciones impuestas en la LMV que se encuentran especialmente reforzadas en estos supuestos.

Es importante que la entidad bancaria haya tratado los intereses de la clientela de forma clara, transparente, diligente y no engañosa, con independencia de si el cliente es minorista o profesional, tratando los intereses de los clientes como si fuera los suyos propios. Deben cumplir la normativa MIFID y realizar los oportunos test MIFID, es decir, deben recabar información suficiente del cliente en relación a su experiencia inversora y profesional así como del objetivo de la inversión.

Mayores aun las obligaciones de las entidades si además de ejecutar el mandato o ejecución de orden de compra del cliente además han prestado un servicio de asesoramiento, es decir, si ha hecho recomendaciones personalizas al cliente sobre la conveniencia de contratar un determinado producto.

Si no se han cumplido dichos deberes y la información que fue prestada por el banco fue errónea, maquillada o incluso falseada en relación a la naturaleza, las características, el funcionamiento y los riesgos de esos productos, cabría solicitar la nulidad de estos productos por cuanto el consentimiento prestado por parte del cliente fue sobre una realidad distinta y por lo tanto, el mismo estaría viciado.

En el caso de los productos simples las reclamaciones son mas complejas por cuanto las obligaciones de las entidades son mas livianas. No obstante, es importe verificar que la información prestada en los folletos de emisión sea veraz, no engañosa ni irreal, como sucedió con la OPS de Bankia o la ampliación de capital de Banco Popular del año 2016.

Comercialización masiva

El conflicto ha surgido cuando las entidades financieras han comercializado masivamente todos estos productos como alternativa a los depósitos financieros que tradicionalmente se fueron ofreciendo y que con el tiempo han ido perdiendo atractivo por su escasa o nula rentabilidad. Por tanto, la venta de los mismos se produce en una desigualdad de condiciones. En otras ocasiones, se habló parcialmente del producto, sin incidir en los potenciales riesgos.

Esa asimetría informativa o desinformación coloca a los inversores en una situación de desconocimiento de la realidad de lo contratado y en ocasiones, de pérdida de todo o parte de lo invertido.

Reclamar por la inversión fallida

Si eres uno de los afectados por estos productos no dudes en reclamar a tu entidad.  Puedes formalizar tu reclamación ante el SAC del banco y posteriormente ante la CNMV y en caso desestimatorio podrás acudir a los tribunales de justicia, que ya se han pronunciado en numerosas ocasiones en relación a este tipo de productos de inversión. La demanda por inversiones complejas requiere de abogados expertos en la materia, que ponemos a tu disposición en Futur Legal.