La crisis financiera detonada tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008 ha representado un antes y un después en la relación de los bancos con los demás agentes económicos y, especialmente, con los consumidores financieros. España era un país extremadamente bancarizado, con clientes poco formados en materia financiera que confiaban y dependían de los consejos del personal de sucursal para tomar decisiones. Un país donde las oficinas bancarias parasitaban el panorama urbano y rural, compitiendo por el cliente en base a la cercanía física de los hogares y empresas. Es en 2008 cuando se alcanza el máximo histórico de oficinas: 46.221 locales financieros. Los últimos datos estadísticos del Banco de España cifran en 27.882 las sucursales en activo, magnitud que seguirá en descenso si tenemos en cuenta los procesos de reducción de personal y puntos de venta previstos para el nuevo año. Con la descarnada realidad de profesionales financieros que engrosarán la lista de parados, teniendo en cuenta que cada oficina que echa definitivamente la barrera supone reducir, de media, en unos 5 empleados la plantilla de la entidad financiera. Los bancos en 2018 seguirán cerrando sucursales y, consecuentemente, expulsando a trabajadores administrativos del sector. En la revista O Economistas que edita el Colegio de Economistas de la Coruña han publicado un artículo de opinión mío sobre la situación de los bancos en 2018 y su futuro. La pérdida de empleos en banca la justifico en base a tres factores fundamentales:
El coste del rescate del sector financiero 2017
Ya tenemos los datos actualizados por el Banco de España del coste del rescate del sector financiero 2017 (ver en PDF), informe publicado con fecha de hoy. De los 54.353 millones de euros aportados por el FROB, a 31/12/2016 solo se habían recuperado 3.873 millones. El Banco de España estima que a finales de 2016 se acaben recuperando un total de 10.102 millones. De préstamo en condiciones muy ventajosas (Guindos dixit), nada de nada.
Además, a esta factura de dinero contante y sonante, habría que añadirle otro tipo de ayudas indirectas, como los 110.895 millones en avales concedidos por el Estado (cancelados en su totalidad). Una partida muy relevante son los Esquemas de Protección de activos (EPA), cuya pérdida agregada a 31/12/2016 suponían 886 millones (CajaSur y Banco de Valencia) y 4.283 millones(de los 10.008 millones concedidos como EPA a Banco CAM, CCM y Unnim). Además se incluyen los créditos extraordinarios otorgados a las entidades financieras entre 2009 y 2013 (16300 millones).
¿Está seguro mi dinero en el Banco Popular?
Como es de sobras conocido, el Banco Santander se ha hecho con el 100% del Banco Popular tras un proceso de resolución organizado por el FROB y la Junta Única de Resolución. Con este proceso se evita el peor de los escenarios para los clientes que tenían dinero en el Banco Popular: la liquidación. La pregunta que cualquier cliente se estará haciendo en estos momentos claves es muy clara: ¿Está seguro mi dinero en el Banco Popular?
Sin embargo, este procedimiento también tiene consecuencias para los clientes del Banco Popular. Éstas han sido diferentes en función del vehículo de ahorro/inversión que utilizaban: