Pensar en internacionalizar nuestro producto o servicio mediante la expansión internacional de nuestra empresa puede ser la solución cuando nuestra proyección a nivel nacional no es la esperada, nuestro producto o servicio no tiene acogida en nuestro país de origen o simplemente deseamos expandirnos y crecer.
Pueden externalizarse concretos servicios o productos o directamente externalizar todo un proceso de negocio. No obstante, tenemos necesariamente que reflexionar sobre los riesgos y obstáculos de una operación comercial internacional y contar con el debido apoyo legal, pues cualquier gestión o contrato, por sencillo que pueda parecer, puede tener una implicación jurídica muy importante. No saber desarrollarlo previamente a ese lanzamiento al mercado o una vez creado saber gestionar un eventual conflicto puede suponer un grave problema económico para muchas empresas.