Sin duda, en estos tiempos de dificultad económica derivada de la pandemia por la Covid-19, nuestro tejido empresarial se encuentra más debilitado que nunca. Tal es así que empresas que eran solventes se han visto abocadas al fracaso empresarial, debido al cierre permanente o temporal y la ausencia o escasez de cualquier tipo de ayuda pública que les permita sobrevivir en el tráfico mercantil.
A pesar de los esfuerzos loables del ejecutivo en la aplicación de una moratoria de concursos a través del último Real Decreto Ley 5/2021, esto es, en la obligación de declararse voluntariamente en concurso o la imposibilidad en la tramitación de los concursos necesarios instados por los acreedores y del movimiento de ayudas públicas, muchas de nuestras empresas se hallan, por desgracia, en una situación de delicada reparación.
Ante una situación así, nace un mecanismo de una utilidad práctica muy interesante: el pre-pack concursal.