Las hipotecas multidivisa fueron básicamente comercializadas por las entidades financieras entre los años 2005 y 2008, cuando los tipos aplicables en otros países se encontraban más bajos que el Euríbor, y resultaban interesantes para los consumidores. Estos podían beneficiarse de los mismos en sus cuotas hipotecarias, debido al elevado valor que alcanzaba el Euríbor en esas fechas.
Las hipotecas multidivisa son una modalidad de préstamo hipotecario que irrumpió en el mercado bancario con unas condiciones aparentemente ventajosas para los usuarios a un tipo de interés variable muy competitivo. Su funcionamiento teórico consiste en acceder a un préstamo hipotecario, donde dentro de una cesta de divisas, el cliente puede elegir la moneda con la que va efectuar el pago; es decir, en lugar de obtener un préstamo hipotecario en la moneda del país (en este caso en euros) con el tipo de interés variable correspondiente a esa divisa (el Euribor en la mayoría de los casos), se realiza en una o varias monedas foráneas, que pueden tener un referencial de tipo de interés más ventajoso para el cliente.
La hipoteca multidivisa admite, por tanto, cambiar de una divisa a otra periódicamente (normalmente cada mes, coincidiendo con la periodicidad del pago de las cuotas del préstamo) con el correspondiente coste para el prestatario mediante la comisión de cambio fijada en la escritura.