El LIBOR (London InterBank Offered Rate), o tasa interbancaria de oferta de Londres, ya tiene los días contados. Este índice ha sido, durante años, la tasa de referencia principal a nivel mundial, utilizada para determinar el precio de los instrumentos financieros. Y básicamente, es el tipo de interés de referencia que ha venido utilizándose para calcular la tasa a corto plazo a la que los bancos ofrecían préstamos entre ellos.
Las hipotecas multidivisa, por ejemplo, venían siempre referenciadas al LIBOR de la divisa y, una vez ganada la demanda contra el banco, se han convertido en la mayoría de casos en una hipoteca a tipo variable referenciada al Euribor, pero algunas han quedado referenciadas al LIBOR del Euro, que existe de momento.