La crisis financiera detonada tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008 ha representado un antes y un después en la relación de los bancos con los demás agentes económicos y, especialmente, con los consumidores financieros. España era un país extremadamente bancarizado, con clientes poco formados en materia financiera que confiaban y dependían de los consejos del personal de sucursal para tomar decisiones. Un país donde las oficinas bancarias parasitaban el panorama urbano y rural, compitiendo por el cliente en base a la cercanía física de los hogares y empresas. Es en 2008 cuando se alcanza el máximo histórico de oficinas: 46.221 locales financieros. Los últimos datos estadísticos del Banco de España cifran en 27.882 las sucursales en activo, magnitud que seguirá en descenso si tenemos en cuenta los procesos de reducción de personal y puntos de venta previstos para el nuevo año. Con la descarnada realidad de profesionales financieros que engrosarán la lista de parados, teniendo en cuenta que cada oficina que echa definitivamente la barrera supone reducir, de media, en unos 5 empleados la plantilla de la entidad financiera. Los bancos en 2018 seguirán cerrando sucursales y, consecuentemente, expulsando a trabajadores administrativos del sector. En la revista O Economistas que edita el Colegio de Economistas de la Coruña han publicado un artículo de opinión mío sobre la situación de los bancos en 2018 y su futuro. La pérdida de empleos en banca la justifico en base a tres factores fundamentales:
Economista especializado productos financieros y socio del despacho de abogados y economistas Futur Legal.
Licenciado en Economía (1997) y en Administración y Dirección de Empresas (1999) por la UIB. Máster Universitario en Asesoría Fiscal por la UNIR (2022).
Consejero del CES de las Illes Balears. Patrono de Finsalud. Profesor asociado de la UIB y director de trabajo fin de máster de la UNIR.
Autor del libro a Banca Culpable (Esfera de los Libros, 2013) y coautor de Comentarios sobre la Ley 6/2023, de 17 de marzo, de los mercados de valores y de los Servicios de Inversión (Aferre, 2024); Situación, tendencias y restos del sistema financiero (Aranzadi, 2022); Perspectiva legal y económica del fenómeno FinTech (Wolters Kluwer, 2021); Comentarios a la Ley Reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario (Wolters Kluwer, 2019).
Pau A. Monserrat entiende la actividad del economista más allá de una profesión, como una forma de entender y participar en el mundo. Su enfoque humanístico combinado con un análisis matemático le permite abordar con garantías de éxito los encargos de sus clientes. Se ha mostrado activo en la divulgación de la educación financiera, la intermediación hipotecaria, así como en la defensa de los derechos de los usuarios del sector financiero.